Capítulo 44

—Hola, Julianna— saludó ella con voz suave, y respondí con una sonrisa.

—¡Hola! ¡Te ves mucho mejor!— murmuré, y una sonrisa iluminó su rostro mientras ella y su mamá entraban a la oficina.

—¿Puedo darte un abrazo?— preguntó, a lo que accedí encantada.

—Solo para que sepas, podría estar un poco moja...

Inicia sesión y continúa leyendo