Capítulo 28

Entonces, como no pude evitarlo, pregunté: "¿Por qué haces esto? ¿Por qué a mí?". Inhaló profundamente y luego exhaló. No dejó de frotarme ni fingió no saber lo que le preguntaba.

"¿Por qué no tú, Gatita? ¿Elegirías a otra para que ocupara tu lugar?". La suavidad empezó a cambiar a brusquedad. "Si ...

Inicia sesión y continúa leyendo