Capítulo 86

Gatita se removió un poco más en la cama y gimió unos segundos antes de abrir los ojos por fin. Sus pulmones subían y bajaban con fuerza. Al parecer, Alan no era el único que sufría pesadillas. Para su crédito, no había gritado ni preguntado por él. Miró a su alrededor y lo vio, luego apartó la mira...

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