Veintiocho: quiero un juego de chicos malos

Chloe observó cómo Sebastián arrojaba un balde lleno de agua en la cara del hombre firmemente atado frente a ellos. Luego siguió una bofetada, sacando al hombre que había intentado drogarla de su profundo sueño.

"Bienvenido de nuevo," dijo Sebastián al hombre confundido.

"¿Qu-?"

"Guarda tu alient...

Inicia sesión y continúa leyendo