Treinta y uno: definitivamente escondo algo

Su corazón dio un salto, latió un poco más rápido y luego se calmó.

"Nathaniel..." su voz salió más suave de lo que pretendía.

"Así me llamo." Sus labios se curvaron en una sonrisa. Sus ojos se dirigieron a ellos y no pudo evitar notar lo diferentes que se veían en la oscuridad. Tal vez por la cer...

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