Setenta y ocho: ¿decoraciones clandestinas?

Era triste que su hermano estuviera acostado en la cama, luciendo tan perdido.

Era desgarrador que su otro hermano estuviera en la cárcel y fuera responsable de la caída que les había sucedido.

También era una locura que Sebastián se hubiera ido, para no ser visto hasta que uno llegara al otro lad...

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