Capítulo 163

Nina

Al entrar en el viejo apartamento de Enzo, que había sido convertido en un refugio improvisado para el equipo de hockey, mis ojos se abrieron de par en par y mi rostro se puso pálido como una hoja al ver a una persona familiar mirándome desde la esquina, atada a una silla.

—¿James? —dije. De ...

Inicia sesión y continúa leyendo