Capítulo 382

Nina

—Y ahora hemos aterrizado en Mountainview. Gracias por volar con nosotros.

La voz amortiguada del piloto resonó por los altavoces del avión, despertándome de un sueño inquieto. Cuando abrí los ojos, la anciana a mi lado me sonrió.

—¿Dormiste bien? —preguntó.

Asentí, reprimiendo un bostezo.

...

Inicia sesión y continúa leyendo