Capítulo 507

Nina

Jadeando, me detuve en seco y caí de rodillas junto a la figura oscura que yacía en el suelo del bosque. —Enzo —murmuré mientras lo giraba sobre su espalda. Sangre y espuma salían de su boca, y maldije en voz baja.

Al inspeccionarlo más de cerca, lo vi: la gran herida en su abdomen. Debió hab...

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