Capítulo 548

Nina

La cálida brisa de verano acariciaba mi rostro, despeinando suavemente algunos mechones sueltos de mi cabello, pero me sentía completamente insensible a su suave toque. Mi mirada permanecía fija en la tierra recién removida frente a mí, la simple lápida de granito con el nombre y el legado de ...

Inicia sesión y continúa leyendo