SERENA

Selena se podía ver acostada en una cama de hospital con un suero conectado a su vena. Todavía se veía pálida, pero no como la primera vez cuando le lanzaron el hechizo. Llevaba una bata muy hermosa, sus ojos estaban bien arreglados. Parecía una bella durmiente.

—¿Cuándo despertará? —preguntó una v...

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