ACABANDO CON LOS DE SANTIAGO

—¡Bienvenido, Alfa!— Los guerreros que custodiaban la celda donde estaban Alexandria y su familia se inclinaron cuando él entró.

Damien, lleno de ira, no se molestó en reconocerlos. Se acercó a la familia que aún estaba sentada con gracia en el calabozo. Al ver esto, Damien perdió el control. —¡Tra...

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