Capítulo 135

Me desperté de golpe, escupiendo mientras el agua fría goteaba por mi cara y entraba en mi boca. Mi pecho se agitaba, mis ojos parpadeaban rápidamente hasta que la visión se aclaró—y fue entonces cuando me di cuenta de que ya no estaba en la iglesia. No estaba en ningún lugar familiar.

Las paredes ...

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