Mi madrastra y yo

Acabábamos de disfrutar del resplandor de un increíble momento íntimo entre hermanastros.

Papá anunció:

—Hemos llegado.

Me incliné hacia adelante y susurré:

—Eso fue increíble.

Ella asintió, mientras se recostaba sobre mí y frotaba su vagina contra mi pene una última vez.

Una vez que nos detuvimo...

Inicia sesión y continúa leyendo