Capítulo 12

Salí de esa oficina con el corazón latiendo más fuerte, ese hombre era un desgraciado de lo peor, como podía permitir que su único hijo pasara por esto, era absurdo e imperdonable. Siento la presencia de Ulises y sus víboras detrás de mí y si no desaparecen voy a explotar y no responderé.

—Ey tu, ...

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