Capítulo 104

LEVI

No puedo, por la vida de mí, creer lo exasperante que es esta mujer—y lo condenadamente hermosa al mismo tiempo. Es enloquecedor. Apreté los puños a mis costados, resistiendo la urgencia de pasear por la habitación o, peor—resistiendo los pensamientos oscuros que parpadeaban en mi mente como ch...

Inicia sesión y continúa leyendo