MIKAH Y AJA

Aja regresó a la casa con Mikah y entrenaron un poco antes de que Aja notara que Mikah estaba actuando de manera extraña, seguía dándole órdenes y siendo impaciente. No pudo soportar más su actitud y lo confrontó.

—Oye, ¿qué te pasa? ¿Estás enojado o algo? —le preguntó.

Él la miró y frunció el ceñ...

Inicia sesión y continúa leyendo