INCLUSO CUANDO LLORAS

—Buenos días, hermosa —dijo él, colocando un beso en su frente.

Su respuesta fue esconder su cabeza entre las manos por la vergüenza y susurrar—Buenos días.

—¿Aja? —preguntó él, intentando quitarle las manos de la cara, pero ella solo se giró, sin saber cómo mirarlo a la cara.

—Mierda —dijo ella ...

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