137

Miré la nota, mi corazón golpeando contra mis costillas. No había duda—era la misma letra que las notas dejadas para Selene. Mis manos temblaban, mi garganta se contraía como si una fuerza invisible hubiera envuelto sus dedos alrededor de mi cuello, apretando con fuerza. Un escalofrío recorrió mi es...

Inicia sesión y continúa leyendo