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El alcohol recorría mis venas, pero no lograba nublar mi mente. Mi regeneración atenuaba sus efectos, reduciéndolos a nada más que un leve sedante—lo justo para calmar mis emociones desgastadas. Estaba agotada, no físicamente, sino emocionalmente, y la decisión que estaba tomando ahora era una que n...

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