37

Me volví hacia Hadrian, con la confusión arremolinándose en mi mente. ¿Podría realmente probar que la firma en el contrato había sido falsificada? No veía otra manera de ganar esta batalla. En un tribunal humano, se habría llamado a un experto para determinar la autenticidad de mi firma. Pero aquí, ...

Inicia sesión y continúa leyendo