55

Tragué saliva con dificultad, mi cuerpo congelado mientras lo miraba. El peso de la situación me golpeó como una ola. Hadrian no solo estaba ofreciendo unas gotas de sangre—estaba arriesgando mucho más. Mi supervivencia estaba en sus manos, pero si alguien descubría lo que había hecho, podría costar...

Inicia sesión y continúa leyendo