56

—¿Q-qué? —La única palabra escapó de mis labios, aunque la declaración de Caspian resonaba fuerte y clara en mi mente.

Sentí cómo la sangre se drenaba de mi rostro, dejando mi piel fría y pálida, mientras mi corazón latía furiosamente contra mi pecho. Una oleada de mareo y náuseas me invadió, y has...

Inicia sesión y continúa leyendo