¡Estoy deprimido!

Mientras los cálidos rayos del sol se reflejaban a través de las cortinas translúcidas que cubrían las grandes ventanas, su cuerpo se retorció perezosamente.

Con las manos tirando de las mantas hacia su pecho, un pequeño gruñido salió de sus labios.

Con un suave tirón de las sábanas sobre su cabez...

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