Capítulo 1919

Los pechos de Kimberly eran grandes y redondos, suaves y blancos, desprendiendo un tenue y agradable aroma. Iván, como un niño travieso colándose en una tienda de dulces, agarró sus dos grandes pechos, chupándolos y lamiéndolos con avidez. Nunca había jugado con unos pechos tan sexys y grandes antes...

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