El toque de una madre

—¡Lea, vamos, levántate, cariño! ¡Mamá ha hecho avena para ti, vamos a comer primero!

No sé por qué, pero escuché vagamente la voz de mi madre. Era tan suave, aún puedo recordar su voz claramente. Abrí los ojos lentamente, el rostro de mi madre estaba justo frente a mis ojos. Su mano tocó mi frente...

Inicia sesión y continúa leyendo