El guardián leal

—¿Estás segura de que vas a la escuela hoy, señorita Lea? ¿No deberías volver a descansar? —preguntó el tío Damien. Su expresión facial se veía diferente a la habitual. Esta vez, vi preocupación en su rostro.

—¡Estoy bien, tío! Además, estar en casa todo el tiempo es aburrido. ¡Si tienes amigos en ...

Inicia sesión y continúa leyendo