Una advertencia clara

Él inclinó la cabeza, su sonrisa ensanchándose en algo cruel e implacable.

—Lo dudo mucho —respondió, su tono peligrosamente divertido.

Sin previo aviso, reveló una daga, cuya hoja brillaba incluso en la tenue luz.

—¿Qué, me vas a matar? —forcé una risa, aún confundida por sus acciones, pero ante...

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