Un pícnic repentino

Con todos a bordo, ¿quién podría resistirse a una divertida salida de picnic? Por alguna razón, decidí llevar mi guitarra, tal vez para practicar un poco.

No fue hasta que estábamos a mitad de camino que Willow notó mi guitarra.

—¡Ay, Dios mío, qué astuto eres! ¿Tocas la guitarra y no me lo habías ...

Inicia sesión y continúa leyendo