Nuevo comienzo

—¡O te cambias la camisa, o te ayudo con eso también!— Dijo mientras me acariciaba la mandíbula con su dedo, mirándome de arriba abajo.

Me cubrí la boca, mirándolo incrédula. —¡Tú!— Lo empujé fuera de la puerta y la cerré detrás de mí, riendo antes de cambiarme rápidamente la camisa.

Al salir, me ...

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