Una telaraña enredada

—¿Qué hacemos? ¿Tomamos un taxi?— Miré a mis amigos, sintiéndome perdido y ansioso.

—¡No, no llegará a tiempo! ¡Tengo una idea!— respondió Vincent, con una sonrisa formándose en sus labios.

Sin decir una palabra más, corrimos hacia la estación de autobuses. Desde allí, Vincent nos llevó, corriendo...

Inicia sesión y continúa leyendo