Capítulo 157

Aria

No pude evitarlo. Algo primitivo y posesivo surgió en mí cuando vi a esa mujer tocando a mi compañero.

Mi lobo, usualmente tan tranquilo y controlado, se erizó y arañó el fondo de mi mente. Un gruñido bajo amenazó con escapar de mi garganta mientras miraba la mano perfectamente manicura de Ra...

Inicia sesión y continúa leyendo