Capítulo 54

Aria

Ver a Lucas tan desolado me rompió el corazón. Sin pensarlo, me levanté de mi silla y me arrodillé a su altura, abriendo los brazos.

—Oye, ven aquí, pequeñín —dije suavemente. Él dudó por un momento antes de deslizarse en mis brazos, todavía haciendo pucheros y sollozando—. ¿De verdad crees q...

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