Capítulo veintiocho.

El enojo aún hervía en mis huesos mientras me quedaba bajo la ducha con un chorro de agua fría sobre mi cuerpo. Todavía no puedo creer lo que escuché de Ava.

Sé que lo ha estado diciendo durante mucho tiempo, que quería que me fuera, pero nunca pensé que lo diría en serio. Estaba llorando cuando me...

Inicia sesión y continúa leyendo