Capítulo treinta y ocho.

POV de Ava

—Voy a entregar mi carta de renuncia —le dije a Astrid más tarde esa tarde.

—¿¡Qué?! —exclamó, con el rostro rojo. Si no estuviera ya de mal humor, pensaría que se ve divertidísimo. ¿Quién habría pensado que la gran Astrid sería tomada por sorpresa de esta manera? pensé secamente.

—Sí ...

Inicia sesión y continúa leyendo