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—Entonces rescátame, alteza— se inclina. Le doy un golpe juguetón y él toma mi bolso y lo coloca en el asiento trasero.

Abre la puerta del pasajero y me sonríe.

Niego con la cabeza y obedezco.

—Sooo...— Partimos de mi casa.

Luca comenzó. Sé a dónde va esto.

—¿Qué pasa?— Fingí inocencia.

—¿Qué ...

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