39

Estaba en una habitación con dos niños. No, en realidad, peor que niños. No podía moverme, era como si Luca tuviera un ojo en la nuca; en el segundo en que hacía un movimiento, él giraba la cabeza hacia mí con su famosa mirada, lo que me detenía. Sin embargo, afortunadamente me dieron de alta. Y las...

Inicia sesión y continúa leyendo