40

Podía sentir a alguien tocando mi cabello, pero estaba demasiado perezosa para abrir los ojos. Y después de un rato, se convirtió en una lluvia de besos en mi cara. Abro los ojos y miro al intruso.

—Buenos días —me besó.

Mi hombre estaba en boxers y con el pecho desnudo.

—Estaba teniendo mi sueño ...

Inicia sesión y continúa leyendo