Capítulo 1069 Angustia

Abella estaba protegida por la fila de autos.

Los conductores de los siete u ocho autos blancos vieron esto y se dieron cuenta de que las cosas se estaban complicando.

—Si no la traemos de vuelta, el jefe no nos pagará.

—Esos autos negros no están con la chica. Salgamos y hablemos con ellos, díga...

Inicia sesión y continúa leyendo