Capítulo 168

Un corpulento guardaespaldas agarró a Ian por el cuello, su voz resonando con autoridad.

Las piernas de Ian se debilitaron cuando el aliento espeso le golpeó la parte superior de la cabeza.

—¡Suéltame! ¡Soy tu padre! ¡Aria, ingrata!

Ian no esperaba que Aria y sus guardaespaldas fueran tan audaces...

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