Capítulo 383

Para personas como Greta e Irma, que se mudaron a la gran ciudad justo después de graduarse sin un sistema de apoyo, conseguir un buen trabajo con un jefe decente se sentía como una bendición del cielo. Pero si terminaban con un jefe terrible, era solo mala suerte, y no tenían otra opción que soport...

Inicia sesión y continúa leyendo