Capítulo 125

Dimitri y yo bailamos con nuestros amigos y familiares, nuestras caras dolían de tanto sonreír. Pero cada sonrisa era genuina, cada risa auténtica. Robamos momentos tranquilos juntos, alejándonos de la multitud, simplemente tomándonos de las manos, mirándonos, sin necesidad de palabras.

—Lo logramos...

Inicia sesión y continúa leyendo