Capítulo 145

Ella sonrió, una sonrisa verdaderamente cálida. —Eso es muy amable, Carlo. Puedes visitarme en la biblioteca. Es la grande del centro, la sucursal principal. Normalmente estoy allí durante la semana—. No ofreció su número ni presionó para nada. Simplemente me invitó a su mundo, en sus términos.

—Es...

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