Capítulo 158

Una noche, encontré a Dimitri dormido en su escritorio, con la cabeza apoyada en su brazo, rodeado de papeles. Se veía agotado. Mi corazón se encogió por él. Siempre llevaba tanto peso.

Le puse suavemente una manta sobre los hombros, tratando de no despertarlo. Mientras estaba allí, mirándolo, sent...

Inicia sesión y continúa leyendo