Capítulo 39

Recogí mi pistola. Me aseguré de que se hubiera ido para siempre. Sin pulso. Sin aliento.

Miré el cuerpo por un momento, luego me di la vuelta. Leo se encargaría del resto. Sin rastro. Sin murmullos. Marco Delgado simplemente desaparecería. Como una pesadilla.

Volé de regreso a la isla mientras el ...

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