Capítulo 41

—Nunca, padre —dije, mirándolo directamente a los ojos. Mi resolución se endureció. Protegería a Ava. De él, de cualquiera. El amor que sentía, el miedo que traía, sería mi escudo, no mi debilidad—. Estoy más afilado que nunca. Estoy más enfocado que nunca en asegurar nuestro futuro. Y nada me distr...

Inicia sesión y continúa leyendo