Capítulo 94

Esa noche, el aire en nuestro ático se sentía pesado. Dimitri estaba en su estudio, la puerta entreabierta, su voz baja era un murmullo constante mientras tomaba otra llamada. El aroma de su café fuerte llenaba el ambiente. Esperaba, tratando de ocuparme, pero mi mente seguía volviendo a él, a la pr...

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