Capítulo 28: El amor secreto

Tomé un florero de la mesa, mi única semblanza de defensa. Me apoyé silenciosamente contra la pared, buscando soporte.

La figura en la terraza permanecía inmóvil, su presencia proyectando una sombra inquietante de fatalidad inminente. Mi corazón latía con ansiedad, amenazando con salirse de mi pecho...

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