Capítulo 33: Eres tú otra vez

Era medianoche y la habitación estaba tenuemente iluminada. A pesar de la oscuridad, me encontraba imaginando a mi hijo no nacido. La idea de que heredara los rasgos llamativos de su padre me traía una sensación agridulce de felicidad. Aunque Jacob seguía siendo un enigma—una figura que mi hijo tal ...

Inicia sesión y continúa leyendo