129, ¿Y si?

Estaba sentado en nuestra cama mirando mi teléfono. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan nervioso para llamar a alguien. Nash se sentó detrás de mí y besó mi marca de apareamiento.

—Solo llama —me dijo.

—¿Y si dice que no? —pregunté.

—Entonces seguimos adelante sin él —me dijo. Asentí y respir...

Inicia sesión y continúa leyendo